Los relojes sencillos, de caja redonda y sin demasiada complejidad técnica se han puesto de moda. Desde finales de 2009, la preferencia de muchos compradores por modelos de diseño clásico ha ido en aumento. En este terreno, los grandes grupos relojeros lo tienen fácil. Simplemente, rescatan viejas glorias de las décadas de los cuarenta, cincuenta o sesenta del siglo pasado.
Otros como Patek, Vacheron o Rolex (creador de un clasicismo de estilo propio) nunca han dejado de comercializar ese tipo de productos.
Tres clásicos, tres grupos relojeros, tres precios.
Al Portofino de International Watch Company (grupo Richemont) se le puede aplicar ese tópico del mundo del vino que dice que con el tiempo siempre mejoran. La versión de cuerda manual (calibre 59210), con ocho días de reserva de marcha (con indicador en la esfera entre las ocho y las nueve), es sin duda un modelo de gama alta. Su caja redonda mide 45 milímetros de diámetro y, además del pequeño segundero a las seis, incluye una ventanilla para la fecha a las tres. Para disfrutar de esta versión de acero hay que desembolsar 8.300 euros. La colección IWC Portofino tiene cuatro referencias.
El nuevo consejero delegado de Zenith (grupo LVMH) Jean-Fréderic Dufour prometió una vuelta a las raíces de la marca y una política de precios presidida por el sentido común. La reedición en 2010 de la colección Captain con maquinarias automáticas Elite (Elite 670 en el caso de este modelo de segundos centrales y fecha a las seis) forma parte de esa estrategia. Su precio con caja de acero (Ø 40 mm) y correa de piel está en torno a los 3.200 euros. Zenith ha presentado en la feria de Basilea de este año tres nuevas referencias dentro de la familia Captain: un modelo con fecha grande y fases de la luna (4.700 euros con caja de acero), otro con indicación de reserva de marcha (4.000 euros), y un modelo con doble huso horario, que se fabrica solo en acero.
Tissot (Grupo Swatch) tiene en su catálogo relojes de todos los estilos. Entre los de corte clásico, el Visodate 1957 es un modelo mecánico de remonte automático (maquinaria ETA 2836-2), con reserva de marcha de 42 horas e indicación de horas, minutos, segundos, día y fecha. El primer Visodate fue lanzado en 1953 para celebrar el centenario de la marca. En Basilea 2010 presentaron esta reedición que, con caja de acero (Ø 40 mm), cuesta unos 380 euros.