Es algo así como reinterpretar la esencia del movimiento del reloj. El belga Benoit Mintiens presentó su invención en la feria de Basilea de 2010. El Ressence tiene la esfera con las indicaciones horarias separadas, como los reguladores. Aunque lo más notable de su creación es el movimiento rotatorio del dial y las subesferas al compás de los minutos, aunque no hayan sido los primeros en proponer ese juego visual.
El modelo que llevan este año a Basilea añade la fecha y el día de la semana a las indicaciones horarias de las primeras versiones. Pero, sobre todo, lo que añade es poderío visual. La doble fila de indicaciones que forman los minutos y la fecha en la parte exterior de la esfera resultan impresionantes estéticamente. Además, la sensación de perfección se ve incrementada por la ausencia de corona para cambiar las indicaciones.
Mide 44 milímetros de diámetro y 15 de grosor. Utiliza un mecanismo automático ETA 2824, y tanto la esfera como el fondo están recubiertos con cristal de zafiro. Es el fondo de zafiro el que hace las veces de corona, cambiando su posición para acceder a las diferentes funciones: dar cuerda, cambiar la fecha y poner el reloj en hora. Un sistema de engranajes gravitacional permite que el ajuste de la hora se desconecte simplemente invirtiendo el reloj.